miércoles, 2 de julio de 2008

AMNISTÍA INTERNACIONAL

El pasado lunes estuve en una charla sobre minorías sexuales organizada por Amnistía Internacional con motivo de la celebración del Orgullo LGTB de este año. Resulta muy arriesgado organizar algo en estas fechas porque aquí hemos decidido que con calor no salimos a la calle. Por lo tanto imaginaba que seríamos cuatro gatos pero afortunadamente fuimos unos pocos más.
Según mi punto de vista la charla estuvo muy bien llevada por su organizador. Al principio nos hizo un resumen de lo que habrían sido las noticias y los acontecimientos más significativos en el ámbito LGTB en el último año. Resultó sorprendente e inesperado ver cómo una ley que amplía los derechos civiles de este colectivo en España, tiene repercusiones negativas en otros países en forma de restricción de libertades, denuncias y detenciones injustificadas o amenazas. Esto sirvió de base para presentar a dos personas, una mujer y un hombre, hondureñas y miembros del colectivo Arcoiris, que nos contaron su experiencia en el día a día, cómo se vive la homo-bi-transexualidad en su país.
Supongo que al menos a algunos de los allí presentes se nos iba cayendo la cara poco a poco según ellos nos iban contando sus muy desafortunados encuentros con la policía. Con una tranquilidad asombrosa nos fueron narrando lo que aquí saldría en las noticias de sucesos. Una los escuchaba y no sabía qué decir. No es la primera vez que me pasa, que alguien te estampe su realidad en la cara, una realidad que no tiene nada que ver con la tuya porque realmente, no tiene que ver. Seguramente si nos ocurriese algo parecido, si las amenazas y el miedo pasasen a ser hechos cotidianos y consumados, los allí presentes caeríamos en una profunda depresión. Pero ellos no se le pueden permitir si quieren seguir viviendo al día siguiente.
Si afortunados fuimos de escucharlos, desafortunadas fueron las intervenciones posteriores bajo mi punto de vista, y lo siento de veras. Solamente ATA abandonó su discurso de las transexuales como víctimas por un intento de empatía, intento porque humildemente si no se ha vivido algo así en primera persona, uno no puede pretender hablar como si lo hubiese hecho, seguimos sin aprender en este sentido.

Después de esto, ¿Qué importan las campañas de prevención de VIH, de ITS cuando las necesidades básicas no están cubiertas?. Poco, nada, pensé al principio. Como decía uno de ellos: “ Tienes que elegir entre comer o comprar preservativos, entre comer o...”. Realmente, a día de hoy no sé lo que podemos hacer, por ejemplo desde esta área. Eso sin contar con que el concepto de salud allí cobra otras dimensiones.
Mi escasa experiencia me permite saber que solamente los proyectos locales, con pasos cortos y con un contacto muy directo con la gente de allí permiten crear microoasis en torno a un determinado grupo de personas. Un microoasis que poco a poco se va agrandando pero que exige un contacto físico y emocional constante.

A raíz de esto, después del orgullo de Torremolinos, encontré la pegatina de la Visibilidad de este año en uno de mis bolsillos. Es muy bonita, con muchos colores, llama la atención y es alegre. Inmediatamente pensé en pegarla en el coche, al lado de otra que tengo pero se me vino a la cabeza la idea de que alguien con gracia y salero me partiese el cristal. Me acordé de la charla y me dije que me iba a dejar de paranoias.




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